Después de una larga demora de vuelo en el aeropuerto y con
las maletas perdidas, teníamos que llegar a Helsinki. Fueron dos de los días
más tranquilos en Europa, en casa de mi prima y su esposo simplemente disfrutando
la alegría de estar allí y cada vez, más cerca de Turquía.
Family time :) |
Mi corazón late a mil por hora, estando tan cerca del momento que había esperado durante años, finalmente partíamos hacia Estambul.